Con un enfoque gráfico minimalista, las ilustraciones retratan momentos cotidianos del universo surfero —personas con tablas, paseos junto a la playa, rayos de sol, horizontes tranquilos— desde una mirada amable, moderna y natural.
Los colores suaves, las líneas limpias y los fondos despejados crean una sensación de calma visual que invita a desconectar y a reconectar con lo esencial. Cada obra transmite esa ligereza propia del verano, donde todo se ralentiza, la brisa es constante y la vida se saborea de otra forma.